Francisco José + Sissi emperatriz

14 febrero, 2018

Un (des)amor que marcó el final del imperio austrohúngaro

Fue la pareja de la época por la hermosura y juventud de ambos y por el amor que se tenían. En aquellos tiempos, los matrimonios eran más políticos que  sentimentales. Sin embargo,  Francisco José quedó prendado de Sissi nada más verla.

Isabel de Baviera vino al mundo en el palacio ducal de Múnich una noche buena de 1.837. El nacimiento fue recibido como un regalo. Hija de Maximiliano de Baviera y Ludorica de Wittlesbach. Su infancia transcurrió alejada de las convenciones de la  corte imperial de Múnich ya que la familia pasaba grandes temporadas en la residencia estival de Possenhofen. Dado el rango de los padres de Isabel, no tenían que ejercer ninguna función oficial  y Maximiliano prefería el campo a la ciudad así  que sus hijos se criaron en un ambiente rural con total libertad.

Francisco José I dé Austria, emperador de Austria, Rey de Hungría, Lombardia y Venecia nació el 18 de agosto de 1.830. Hijo primogénito de Francisco Carlos y Sofía de Baviera. Proclamado emperador a los 18 año de edad. Su reinado se desarrolló con  total absolutismo entre la revolución austriaca en 1.848 y la Primera Guerra Mundial en 1.914.

La archiduquesa Sofía de Baviera deseaba casar a su hijo con la hermana mayor de Isabel, Elena (Nené), pero el nuevo emperador tuvo claro que su futura esposa sería la pequeña Sissi. Ella tenía tan sólo16 años cuando se anunció el compromiso que duraría ocho meses.  Durante ese período, el novio le hizo espléndidos regalos mientras  la futura emperatriz se dedicaba a estudiar y a formarse.

Dado que Francisco José e Isabel eran primos hermanos, necesitaban de una dispensa papal para formalizar el enlace. La futura emperatriz recibiría como dote del Duque Maximiliano, y como muestra del amor paterno, la cantidad de 50 mil florines, además de un ajuar acorde a su rango y jerarquía. El emperador se comprometió a aumentar esta modesta dote con otros cien mil ducados, a los que añadió doce mil más en concepto del «lorgengabe» (regalo de la mañana), una antigua costumbre de la Casa Imperial qué consistía en indemnizar a la esposa en la mañana siguiente de su noche de bodas por la pérdida de su virginidad. Además, la emperatriz obtendría cien mil ducados destinados sólo a vestidos, adornos, limosnas y gastos menores.

La archiduquesa Sofía le hizo a Sissi varios  regalos, además se volcó en decorar con máximo lujo la vivienda destinada a los recién casados. Todo tenía que ser lo mejor y más caro.
Sissi escribió una carta a su futura suegra para darle las gracias por todas las atenciones, a ésta no le gustó el tono de familiaridad que empleó y Francisco José se lo hizo saber a su futura esposa. Aquel incidente fue el comienzo de una relación imposible entre suegra y nuera, Sofía de Baviera fue su peor enemiga en la corte.

Para Sissi, que estaba acostumbrada a las cosas sencillas, tanto formalismo, lujo y etiqueta en una corte tan estricta fue una gran pesadilla. Ella, que había dejado su vida rural sin preocupaciones, pronto tuvo problemas por el estricto protocolo de la Corte vienesa.

Con este matrimonio los austríacos confiaron que  Viena recuperaría su antiguo esplendor gracias al encanto y juventud de su nueva emperatriz, pues el año anterior, Napoleón III contrajo matrimonio con la hermosa española Eugenia de Montijo, convirtiendo París en el centro de la elegancia y buen gusto europeos.

La boda imperial tuvo lugar el 24 de abril de 1.854 siendo oficiada por el arzobispo de Viena. La magnificencia del actor dejó claro al mundo el poderío del Imperio Austríaco.

Al principio, Sissi pensó que podría escapar de la Corte una vez terminadas las celebraciones nupciales, pero estaba equivocada, había perdido su libertad. Las continuas recepciones y actos protocolarios derrumbaron a Sissi, esto hizo que la archiduquesa se lo reprochara de por vida. Ella, que estaba muy enamorada de su esposo comentó:

«Yo quiero mucho al emperador …pero ¡lástima que no sea un sastre!»

Francisco José amó  a Sissi  hasta el final de sus días pero siempre se sintió apegado a su papel de emperador conservador y absolutista. Era un trabajador infatigable que nunca abandonaba su gabinete hasta bien entrada la noche.

Austria, muy atrasada comparándola con otros países europeos, se sumió en la bancarrota amenazada por guerras y hambrunas lo que provocó un malestar que puso en peligro la unidad del Imperio. Por su educación y personalidad, Sissi podría haberse convertido en la princesa del pueblo impulsando obras sociales pero su suegra no se lo permitió.

Las continuas desavenencias entre Sissi y Sofía se acusaron más cuando la emperatriz quedó embarazada, la archiduquesa se inmiscuía en todo,  incluso puso su nombre a la primogénita del matrimonio. Fue ella la que se encargó de la educación de los hijos de la pareja.

En un viaje de los emperadores a Hungría, la  archiduquesa Sofía Federica de Habsburgo-Lorena falleció con dos años de edad debido al tifus. La súbita muerte de la pequeña sumió a Sissi en una gran depresión que marcaría el resto de su vida para siempre.

En 1.958 nació el heredero al trono imperial fue bautizado con el nombre de Rodolfo. Mientras todos a su alrededor se mostraban felices por la llegada del futuro emperador, para Sissi fue una experiencia muy dura, ella se encontraba muy débil y el parto fue muy largo y complicado. Esto, unido a las continuas ausencias del carácter político-militar de Francisco José, hizo que abandonara sus obligaciones oficiales y comenzó a llevar una vida insana durmiendo y comiendo muy poco. El único consuelo fueron las continuas cartas de amor que se intercambiaba el matrimonio.

En 1.859 la pareja sufrió su primera crisis matrimonial. Francisco José estaba harto de las continuas dispuestas entre su mujer y su autoritaria madre que provocaron un malestar en toda la corte.  Surgieron los primeros rumores de infidelidades por parte del emperador y Sissi  no supo cómo reaccionar ante esta situación. A finales de 1.860 Sissi contrajo una enfermedad que trajo de cabeza a todos los médicos. La emperatriz apenas comía y eludía todas las comidas oficiales. Su excéntrico comportamiento era debido a la enfermedad, por aquel entonces completamente desconocida, la anorexia nerviosa.

En enero de 1.869, los emperadores recibieron la triste noticia del suicidio de su hijo Rodolfo lo que llevó a Sissi casi a la locura. Repartió todas sus joyas y vestidos entre su hija Gisela y las damas de honor con quien tenía más confianza ya que considero que no los utilizaría jamás púes  iría siempre de luto. Nunca más se dejó retratar.

La desgracia volvió a la familia con la trágica muerte de Sissi. En septiembre de 1.898 en Ginebra, fue apuñalada en el corazón por un anarquista italiano cuando se disponía a coger el vapor de línea con destino a Montreaux. Francisco José, que la amaba de verdad, se sumió en una profunda  tristeza, no fue capaz de ceder a los deseos de su mujer así Isabel de Baviera, (Sissi) emperatriz de Austria, fue enterrada con los Habsburgo como una extraña y contra su voluntad.

Francisco José murió a mitad de la primera Guerra Mundial en noviembre de 1.916 y fue enterrado junto a su esposa e hijo. Su muerte y la división austrohúngara, representó el fin de una época y el comienzo de la Europa contemporánea.

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