Este mes de agosto estoy de retiro, pasándolo en Lugano (Suiza), en casa de mi queridísima amiga Annick quien, muy gentil y desinteresadamente (como es ella) me ha alojado en su preciosa y acogedora casa familiar.

Pero hoy es mi cumpleaños y no quería dejar de compartir con vosotros lo maravillosa que es esta pequeña ciudad y mi opinión sobre la vida aquí pues he tenido la gran suerte de venir ya muchas veces, aunque nunca durante tanto tiempo, por lo que creo que tengo suficiente información para daros una buena idea de cómo es esta ciudad y cómo se vive en este cantón (o comuna) que es Tesino (Ticino en italiano).

Para poneros en antecedentes, os daré algunos datos útiles para luego dar paso a apreciaciones más personales que no encontrareis en ningún libro o catálogo turístico.

La ciudad está situada a orillas Lago de Lugano, que queda entre los lagos, mucho más grandes que éste, Mayor y Como y que todos comparten territorio italiano y suizo.

Los primeros documentos que indican la existencia de la ciudad datan del año 875. Por aquel entonces, la ciudad era una de las posesiones del Ducado de Milán hasta que fue ocupada por los suizos en 1512 pero no es hasta 1798 que la ciudad obtuvo su independencia y entra a formar parte de la República Helvética como el Cantón de Lugano. Sin embargo, a lo largo de años posteriores se fueron añadiendo más ciudades formando el actual Cantón de Ticino.

Actualmente Lugano es la ciudad más poblada de la Suiza italiana y se extiende sobre unos 32 km². Es el tercer centro financiero de Suiza, la octava ciudad por extensión y la novena por población, además de estar catalogada como una de las diez ciudades con mejor nivel de vida del mundo, detrás de Ginebra, Zúrich y Basilea.

La ciudad vive principalmente del turismo, aunque el sector financiero y bancario aportan una gran parte del presupuesto pero con lo que realmente alcanzó notoriedad fue gracias a la Colección Thyssen, que estuvo instalada en la mansión familiar de Villa Favorita desde los años 30. Una galería construida ex-profeso que albergaba las obras maestras de la colección y atraía a miles de turistas, a pesar de que su acceso era por el lago en barco.

Pero cuando Carmen Cervera (Tita para los amigos) convence a su marido para llevarse la colección a Madrid en 1992 para abrir el Thyssen-Bornemisza, la ciudad pierde este atractivo turístico. Esto, sumado a que Villa Favorita fue heredada por Tita cuando el barón falleció, y que dejó prácticamente abandonada hasta que por fin la vendió a unos chinos recientemente, no hizo a Tita muy popular entre los “luganeses”. De hecho, yo fui a visitar la mansión hace un par de años y daba pena ver un palacio tan espectacular, a orillas del lago, en tan malas condiciones.

Si bien sus paisajes son de postal, a mí lo que más me gusta de Lugano, y Ticino en general, es la cantidad de actividades y opciones culturales que ofrece a lo largo de todo el verano.

Para empezar, el 1 de agosto, que su Fiesta Nacional, organizan varios eventos pero el más bonito son los fuegos artificiales que lanzan desde el lago a las 22:30 hr. y que dura media hora exacta porque, cuando dicen que comienzan a las 22:30 hr. y terminan a las 23 hr. es exactamente a la hora que sucede aunque de esta precisión suiza hablaré más tarde.

Otra de las actividades de renombre mundial que sucede en agosto es el Festival de Cine de Locarno.

El Festival Internacional de Cine de Locarno, una de las grandes convocatorias del cine europeo junto con Venecia, Berlín, San Sebastián y Cannes, fue fundado en 1946 así que ésta era su 69ª edición.

En los últimos años se ha caracterizado por proyectar películas bastante radicales y libres, además de sus famosas proyecciones en la Piazza Grande, donde todas las noches se reúnen más de tres mil personas para ver un filme al aire libre. Yo he estado varias veces en la Piazza Grande y, a parte de las películas, me encanta ver el montaje que es realmente excepcional.

Luego, a finales de agosto, llega el evento “Blues to Bop” al cual también he tenido el placer de asistir varias veces.

Este célebre Festival llega cada año a la capital de Ticino a finales del verano para cerrar con broche de oro una estación rica en manifestaciones culturales y ocasiones de esparcimiento para la población local y visitantes del mundo entero.

Durante esos días, la ciudad se transforma en una sala de fiestas al aire fresco gracias a las diferentes orquestas que se colocan en los cuatro palcos preparados en las plazas del centro para tocar música blues, desde el más antiguo y tradicional, que se apoya sobre todo en la voz humana, hasta el más sofisticado blues contemporáneo, contaminado con el góspel, funk, rap, soul, y también con el rock, sin hablar de los ritmos caribeños, del calypso a la salsa. Ritmos hijos, todos ellos, de “mamá África” y crecidos en difíciles condiciones de vida en las Américas.

Y para terminar el verano, ya a principios de septiembre, tiene lugar el “Festival de la Uva” en la localidad de Mendrisio que se halla también en el cantón de Ticino, reconocido en toda Europa por la excelente producción de la vid en el valle conocido como el Mendrisiotto. Y como no podía faltar, este festival está asociado a la comida, y con frecuencia un espectáculo histórico y los eventos deportivos, así como un torneo o una carrera de caballos en traje o blindaje, costumbres que devienen de Italia.

Ésta es una fiesta con recorridos por las estrechas calles del casco antiguo en donde se ofrece una variedad de productos para todos los gustos, como aceite de oliva, vino, pastas y repostería de diversos tipos, las castañas, y el queso.

A estos eventos, o festivales, típicos del verano, hay que sumarle la cantidad de exposiciones que ofrece la ciudad durante todo el año. Este mes he podido ver dos en el recién estrenado museo LAC Lugano Arte e Cultura:

1ª.- Swiss Press photo 16: (http://www.luganolac.ch/en/783/swiss-press-photo-16) en la cual han reunido las mejores fotografías realizadas en 2015 agrupándolas en 6 diferentes categorías como: el día-a-día; historias suizas; deportes alrededor del mundo; noticias, etc. Algunas sobrecogedoras sobre la guerra, la inmigración, la soledad… otras conmovedoras como la mujer de 107 años en donde en la imagen de su primer plano, se puede vislumbrar perfectamente cada uno de sus años de vida y un largo etcétera de imágenes espectaculares.

2ª.- And Now the Good News: (http://www.luganolac.ch/en/735/and-now-the-good-news) gira entorno al periódico que, probablemente, es uno de los objetos que más que cualquier otro encarna el espíritu de la vida moderna. Esta exposición muestra artículos e imágenes publicadas en prensa las cuales han articulado el ritmo de nuestro día a día desde la primera mitad del S. XIX hasta hoy. Está formada por más de 300 obras subdivididas en una docena de secciones, el recorrido de la exposición se ajusta a las dos plantas de la sede del LAC. Es fascinante ver, desde el ojo del espectador, como uno de esta manera tiene el despliegue de una historia apasionante en la que tenemos una mezcla de análisis social, la reflexión existencial, la crítica política y la subversión irónica.

Otra de las cosas que me encanta de Lugano son sus populares Lidos estivales. Los Lidos, en contra de lo que pensamos en España, son lugares públicos que nacen a orillas del lago y que el Ayuntamiento acondiciona perfectamente como si de una piscina se tratara. Los precios suelen oscilar entre 6 y 11 francos suizos (5 y 15€) pero con ello te aseguras un socorrista, un bar, a veces con música en directo al caer el sol, pero sobre todo, las maravillosas vistas del lago y las montañas al otro lado.

La siguiente foto se corresponde al que más he ha gustado a mí, el Lido San Domenico, por ser el más apartado, muy cerca de Villa Favorita, y en donde menos gente hay. De hecho, cada mañana estaba yo sola hasta que algunos turistas empezaban a llegar a eso del mediodía. Y digo turistas porque en menos de 200 metros cuadrados puedes escuchar hablar en italiano, lengua oficial de Ticino, francés, alemán, inglés y español…

Y para concluir, lo que más me gusta de Lugano y por lo que son mundialmente conocidos, es por su precisión y sus modales. Me sorprende sobre manera que el autobús llegue cada día a las 9:07 hr. ni un minuto más ni un minuto menos; o que el conductor del autobús espere a que todo el mundo esté acomodado antes de arrancar; o que dejes el coche sin la capota puesta, lleno de cosas personales como CDs, guías turísticas, libros, ropa de abrigo, etc. y que nadie se lo lleve. Incluso el peaje, en lugar de pagar por cada X kilómetros que haces, como en España, Francia e Italia, aquí solo pagas 35 francos suizos para todo un año, seas suizo o no.

Definitivamente Lugano, y Ticino en general, tiene el encanto de una región europea en donde sus gentes son afables, divertidos, pero también súper educados y civilizados de ahí el encanto de la llamada Suiza italiana.

Espero que os haya gustado mi reseña sobre Lugano y os recomiendo encarecidamente que vengáis a visitarla. A mí, cada vez que vengo, me hace mucho bien pero claro, esto también es debido al cariño, comprensión y amor que recibo de mi queridísima Annick a quien conocí en Tailandia hace ya 20 años…

¡Gracias de todo corazón mi querida amiga!